lunes, 21 de septiembre de 2009

Secuencia de un Dorama Coreano

Ja... la verdad es que me divertí mucho escribiendo esto... a que pasa en casi todos los dramas????
Disfrútenlo!!!


Un Indeciso Problemático está enamorado desde hace tiempo (probablemente desde los pañales) de una Zorra Rastrera (que regularmente es una diseñadora o figura pública), pero como la Zorra Rastrera es una zorra, bruja, perra, controladora, serpiente venenosa, trepadora y rastrera, le rompe continuamente el corazón al Indeciso Problemático (siempre tratándolo como basura infrahumana), a veces porque está enamorada del Príncipe Azul, pero la mayor parte del tiempo la única razón es su condición de zorra rastrera.
Entonces entra la Mártir Escandalosa, que, ya sea por destino o casualidad (olviden lo de casualidad, siempre es destino) se enrolla en algún problema con el Indeciso Problemático, del que regularmente él es el culpable o raíz principal.
Así, la Mártir Escandalosa y el Indeciso Problemático empiezan una difícil y vergonzosa relación de quítame-ponme-cúbreme-sálvame-enójame-llámame-abandóname-hazme infelizmente feliz, en la que son muy comunes los mordiscos, golpes bajos, aberturas en la cabeza y enfermedades como el resfriado o la fiebre, circunstancias endulzadas o agriadas por el Amigo Quejumbroso y la Amiga Maniática Imprudente (normalmente conocidos de la Mártir Escandalosa), que conocen los detalles del problema y suelen meter su cuchara aunque no se les llame.
Por el mismo tiempo, la Mártir Escandalosa conoce al Príncipe Azul, que le rescata de alguna situación triste, negra o peligrosa. El Príncipe Azul queda encantado con los escándalos de la Mártir Escandalosa (que regularmente se contiene bastante ante él) y se vuelven amigos, convirtiéndose él en su salvavidas-paracaídas-pañuelo de lágrimas y constante refugio.
El Príncipe Azul comienza a enamorarse de la Mártir Escandalosa, pero ella ya está totalmente enamorada del Indeciso Problemático (aunque normalmente lo niega, ante todos excepto el Príncipe Azul) y cuando el Indeciso Problemático comienza a encariñarse de la Mártir Escandalosa… ¡ZAZ! Aparece la Zorra Rastrera que, al ver que su basura infrahumana personal la está abandonando y olvidando, decide meter su venenosa lengua y colmillos de serpiente en el asunto, urdiendo sucias tretas y bajezas inmundas para alejar al Indeciso Problemático de la Mártir Escandalosa, quien, al ver que el amor de la vida del Indeciso Problemático está dispuesta a darse una oportunidad con él, decide, obviamente, hacerse a un lado y dejar ir al Indeciso Problemático para que pueda reunirse con la Zorra Rastrera.
Como es lógico, el Indeciso Problemático es totalmente feliz por unos instantes cuando la Zorra Rastrera usa sus artimañas para recuperarlo y seguir usándolo de tapete (claro que el muy imbécil no ve la parte de artimaña y tapete, sólo el recuperarlo), pero entonces empieza a sentirse culpable o responsable de la Mártir Escandalosa, que, bien o mal, le ha ayudado como nadie en su vida, pero como es un estúpido, trata de dividirse entre ambas.
Es entonces cuando el Príncipe Azul es requerido casi las veinticuatro horas del día como pañuelo de lágrimas, salvador de asuntos monetarios, borracheras o situaciones mortales, y, al estar enamorado y ser un hombre tan directo, decide arrebatar a la Mártir Escandalosa de las manos del Indeciso Problemático, que de pronto empieza a sentirse preocupado y celoso (pero como es un imbécil, no sabe que son celos), por lo que empieza a hacer tontería y media en un intento desesperado por monopolizar a la Mártir Escandalosa mientras trata de complacer a la Zorra Rastrera, pero, como el que mucho abarca, poco aprieta, se ve metido en cientos de más líos estúpidos que ya son parte de su vida cotidiana.
Por su parte, la Mártir Escandalosa, totalmente convencida de que lo único que se interpone en la felicidad del Indeciso Problemático es el sentimiento de culpa que éste tiene hacia ella, trata de alejarse de él, por más que la sigue buscando, al mismo tiempo que habla (únicamente habla de ello, pues siempre vuelve) de alejarse también del Príncipe Azul, pero termina regresando a él continuamente, por X o Y.
Entonces, ante el dilema, el Indeciso Problemático se da cuenta de que está enamorado de la Mártir Escandalosa (regularmente gracias a las influencias del Amigo Quejumbroso y la Amiga Maniática Imprudente, o algún familiar, que deliberadamente le estampan la noticia en la cara, a ver si así la ve), así que empieza a hacer su lucha por recuperar a la Mártir Escandalosa, pero sin dejar totalmente de lado a la Zorra Rastrera, sin embargo, muy pronto, al sentirse realmente culpable decide hacerse el mártir y dejar a la Mártir Escandalosa, pero como el papel de mártir ya lo tenía ella y a él no se le daba mucho, lo deja por la paz, motivado nuevamente por un familiar y el Amigo Quejumbroso que se ha puesto de su lado, mas no lo tendrá fácil, porque, en apariencia, el Príncipe Azul ya está bien plantado y cuenta con la ayuda de la Amiga Maniática Imprudente y, a veces, hasta de la Zorra Rastrera, que, viendo sus esfuerzos perdidos, empieza a frustrarse y hacer bajezas más infrahumanas que las de antes.
Al final, después de miles de pruebas, barreras, y, a veces, hasta años de separación, el Indeciso Problemático -¡por fin!- se decide por la Mártir Escandalosa, y, después de mucho insistir y dar lástima, la consigue de nuevo y logran ser felices, mientras el Amigo Quejumbroso y la Amiga Maniática Imprudente consiguen su propio lechón; por otra parte, el Príncipe Azul y la Zorra Rastrera admiten su derrota y terminan: a) Siendo amigos; b) Siendo amantes; c) Viviendo estúpidamente enamorados del Indeciso Problemático y la Mártir Escandalosa, ahogándose en dolor, muchas veces bien merecido, pero sin dejar de estar al lado de la pareja principal.
Y los protagonistas fueron felices para siempre.

PD: en algún momento de la historia, algún familiar, normalmente del Indeciso Problemático, se opone rotundamente a la Mártir Escandalosa y se hace aliado (a) de la Zorra Rastrera, pero al final se da cuenta del valor de la Mártir Escandalosa, le pide perdón y la acepta (o al revés).