lunes, 15 de septiembre de 2014

Sobre Restaurantes



Fuimos de mini-vacaciones a Rosarito. No volvería a ir, pero este restaurante me hace dudar...
Entras y todo lo que vez es rústico y lleno de vegetación, como si el restaurante sólo se hubiera añadido al estado natural del lugar mientras su dueño lo llenaba de cosas añejas que se iba encontrando por ahí.
Sari dice que sus padre conocen al dueño y al parecer el sujeto pasa buen tiempo simplemente recolectando basura para arreglarla y llevarla a adornar su restaurant.
Hay calabazas secas por todo el lugar y una pared entera de roca natural en la que dejan correr un riachuelo lleno de tortugas,
El lugar es precioso y la comida deliciosa.