martes, 2 de junio de 2015

"El amante japonés" de Isabel Allende



“Hay mucha gente buena en este mundo, Irina, pero es discreta. Los malos, en cambio, hacen mucho ruido.”

— Isabel Allende, en “El amante japonés”.


“No están muertas, Lenny. Están más vivas ahora que nunca. Eso pasa con la edad: las historias del pasado cobran vida y se nos pegan en la piel.”

— Isabel Allende, en “El amante japonés”.

“¡Qué exuberante y alborotado es el universo, Alma! La única constante es que todo cambia. Es un misterio que sólo podamos apreciarlo desde la quietud. Estoy viviendo una etapa muy interesante. Mi espíritu contempla con fascinación los cambios en mi cuerpo, pero esa contemplación no es desde un punto distante, sino desde dentro. Mi espíritu y mi cuerpo están juntos en ese proceso. Ayer me decías que echas de menos la ilusión de inmortalidad de la juventud. Yo no: estoy disfrutando mi realidad de hombre maduro, por no decir viejo. Si me fuera a morir en tres días, ¿qué pondría en esos tres días? Nada. Me vaciaría de todo menos del amor. Hemos dicho muchas veces que amarnos es nuestro destino: nos amamos en vidas anteriores y seguiremos encontrándonos en vidas futuras. O tal vez no hay pasado ni futuro y todo sucede simultáneamente en las infinitas dimensiones del universo. En ese caso estamos juntos constantemente, para siempre. Es fantástico estar vivo. Todavía tenemos diecisiete años, Alma mía. Ichi.”

—  Isabel Allende, en “El amante japonés”.