¿Cuál fue la razón por la que quisiste ser maestra?
Toda mi vida quise ser médico, luego, un día, cuando faltaban como tres meses para sacar la ficha para el examen de la universidad, me senté a ver la película de Patch Adams, y en ese momento tuve una epifanía: "No puedo ser médico, porque no aguantaría la pérdida de un paciente". Así que se lo anuncié a mi familia, y mi papá me miró con una pocker face diciéndome "Muy bien, tienes XX días para pensar qué carrera vas a estudiar".
Por ese entonces, uno de mis hobbies era escribir, para lo que realmente leía mucho: todos los sábados me iba temprano a la biblioteca estatal y husmeaba en cuanto libro se me ponía enfrente. En serio leía mucho, también adelantaba de las materias que llevaba en la escuela, me hice autodidacta por ese tiempo, y a la escuela sólo iba a repasar, así que sabía bastante más que la mayoría de mis compañeros, por eso era constantemente buscada para asesorías. Un día tuve que asesorar a un grupo entero porque todos habían reprobado el examen de matemáticas y el maestro les tuvo que dar una repetición, pero nadie entendía los temas, así que yo se los di, y al final pasaron casi todos (exceptuando a uno al que le hizo falta un punto para aprobar), así que una amiga me sugirió que me orientara por ser maestra, pero yo no estaba convencida de que fuera lo adecuado para mí.
De cualquier manera, un mes antes de la fecha para la ficha, fueron a hacernos un examen de orientación vocacional y pensé que esa sería la respuesta a todos mis problemas, pero resultó ser un problema aún mayor: La mayoría de mis compañeros recibió una lista de dos o tres carreras para las que demostraban habilidades. Yo, con mi hermosa suerte, recibí una lista de tres hojas con un número incontable de carreras para elegir. Por supuesto, fui la única a la que le hicieron esa traición.
En ese momento e sentí tan perdida que decidí que cualquier cosa estaría bien, por lo que mi padre, preocupado por mi futuro, leyó todos los perfiles de las carreras ofertadas en la universidad del estado y seleccionó diez, las imprimió, me las llevó y me dijo algo como "Creo que encajas mejor en estas". Así que me senté en mi cama con el bonche de hojas para leer, las aventé enojada y en mi cama cayó sólo una: Ese era mi destino.
“Soy inesperadamente XX”, ¿Qué?
Soy inesperadamente malhablada. Todo el mundo se sorprende cuando me escuchan decir palabrotas: tengo un tono de voz agudo, pero dulce, y suelo hablar con mucha formalidad, y según mis amigos, utilizo "un vocabulario muy diverso que tiende a sonar elegante", pero cuando me molesto o me enojo, digo muchas malas palabras, con tanta naturalidad que ni siquiera lo noto, y en la mayoría de las ocasiones, mis interlocutores tampoco, o eso me hacen pensar, dado que tardan bastante en reaccionar.
¿Cómo se te quita el mal humor?
Duermo. Cuando me enojo o tengo emociones demasiado fuertes, no las puedo controlar (no tengo nada de inteligencia emocional), por lo que se me nubla la mente y no pienso correctamente, por eso tiendo a tomar una siesta o un baño largo, para relajarme y después, cuando despierto, puedo darme cuenta de que las cosas no son para tanto y que todo tiene una solución.
¿Qué te gustaría encontrar en un almuerzo hecho para ti?
Cualquier cosa menos donas. Cuando estaba en el preescolar, mi madre me acostumbró a ponerme el mismo almuerzo todos los días: un emparedado y un jugo.
Un día, abrí mi lonchera y me encontré con una dona y una cajita de leche, e inmediatamente supe que esa no era mi lonchera, se lo dije a mis amigos y después me puse a llorar, así que ellos me tomaron de la mano y buscamos por toda la escuela a la persona con la que había intercambiado mi almuerzo, gastamos todo el recreo en ello, pero al final encontramos una lonchera idéntica a la mía, con mi lonche habitual, y aunque el niño ya se había comido la mitad del sandwich, estuvo feliz de intercambiarlo por mi dona, pero ya no nos quedó tiempo para comer.
A la hora de la salida, le dije a mi mamá lo que había pasado y ella se carcajeó durante todo el camino para concluir con un "¡Pero si la dona era tu lonche!".
¿Cuál es el último libro interesante que leíste?
1984 de George Orwell, originalmente llamada The last man in Europe. La historia en sí no es tan interesante como los conceptos, descripciones e interpretaciones que introduce: la verdad es que muchas de las situaciones distópicas que presenta, me han sonado a un deja-vú de las sociedades actuales (y, como se dice en el libro, de las sociedades de todos los tiempos). Creo que es una excelente lectura de la naturaleza humana.
Por supuesto que no. Jamás lo he estado, pero sinceramente, tampoco me preocupa estarlo.
Mmmm... esa está difícil. Regularmente pienso durante meses lo que le regalaré a alguien en su cumpleaños, trato de poner atención en las cosas que más le gustan y anoto mentalmente todo lo que describe con entusiasmo o deseo, y luego lo busco como loca. A veces me tardo en encontrar un buen regalo, pero tengo fama de ser buena en ello.
Así que lo primero que haría, sería encontrar un buen regalo, luego preparar su pastel o comida favorita e invitarlo a comer (a menos que prefiriese ir a un restaurante) y después dejaría que eligiera las actividades que más le gusten. También le compraría un helado, pero eso sería para autocomplacerme.
Sólo recuerdo dos regalos que me han emocionado de verdad: la verdad es que no soy muy buena emocionándome con lo material y son pocas las cosas que realmente he deseado (ninguna de ellas es posible, o al menos, ninguna de ellas es regalable), pero recuerdo que una vez, cuando era más pequeña, me regalaron un montón de plastilina para moldear: no me alcanzaría el blog para describir la emoción que sentí al ver tanta plastilina y de tantos colores distintos, perfecta para que yo pudiera hacer lo que imaginara con ella; así que moldeé un montón de figuritas que se derritieron instantáneamente (porque la temperatura estaba como a 50°C), pero me hicieron muy feliz.
El segundo regalo que me ha hecho palpitar fue de un novio que tuve hace ya muchos años: no tenía un trabajo estable, no ganaba mucho dinero, por lo que no podía comprarme cosas elegantes (como él las llamaba) o sacarme a pasear a los lugares a los que me quería llevar, así que para nuestro aniversario, compró una hoja artesanal y me escribió un poema expresando lo que sentía por mí, y lo que leí en él (imaginándome lo que le habría costado pensar en todas las palabras y las maneras hermosas de expresarlas) me hizo sentir tan feliz que lloré de la felicidad y del amor que sentí hacia él.
Hoy vi un estilo de pintura con latas de aerosol, papel periódico y tapaderas: es impresionante el arte que se puede crear... tengo ganas de intentarlo.
Mañana es de hecho mi día libre y pretendo gastarlo en hacer las compras, lavar, hacer maletas para el viaje y palomear todos mis pendientes.
Changos bananeros... mmm... odio el hecho de que no tengo confianza en mí misma y amo el hecho de que no se me nota... ¿funciona eso?
Cuando era más joven, soñaba con ser bibliotecaria, pero a la única que se lo dije fue a mi madre, y me regañó tanto que me convenció de que era un sueño estúpido y patético: pero, la verdad, cuando estoy en una biblioteca, me emociono lo suficiente como para quererlo de nuevo.
Cualquier cosa que sea deliciosa está bien.
Oxígeno.... jajajaja... ya en serio, creo que serían las personas a las que amo y que me aman.
Mis padres, mis hermanos.
Gato... extrañamente. No me gustan los gatos, pero sé que soy como uno: soy más bien callada y caprichosa, selectiva y desconfiada.
Mmmm.... probablemente sonará tonto (no, más bien, seguramente), pero Monsters University... la verdad es que me hizo pensar mucho, y además, no paré de reírme en toda la película... aunque la verdad es que no he visto demasiadas películas este año.
¿Qué películas recomiendas para momentos románticos?
Antes pensaba que las de terror... pero la verdad hace años que no me asusto con una, y la última vez que fui con un novio a ver un filme de horror, él lloró de miedo y yo me aburrí dos horas.
Creo que las mejores serían las comedias románticas, que al fin, para eso están hechas, ¿no?
La mayor parte de mi familia paterna me dice "gordis". Antes me llamaban gallina, pero el sobrenombre me lo puso una prima y cuando ella falleció, dejaron de llamarme así.
Mi familia materna, mi madre y mis hermanos me dicen sólo Alina, pero mi papá me llama "mi pequeña saltamontes".
Monsters University jajaja, y una equivocación de mi hermano al hablar.
