Bueno, bueno... la verdad me he rendido con eso del título de cada entrada... es demasiada tecnología para mí, y ya desde antes nos odiábamos ella y yo, así que ni qué hablar: mejor pasemos a lo lindo.
Hoy estaba revisando una reseña del maestro Gabriel Trujillo, de la cual no voy a hablar porque se publica hasta el número 67 de la Revista UABC, osease, dentro de mucho tiempo más, si contamos que el factor humano todavía no dá la oportunidad de que se publique ni la 65... en fin, regresando al tema: El profesor Trujillo abarcó en esta ocasión libros que hablan acerca del valle Imperial y el Valle de Mexicali (sí, ese que es de Diana).
Si es cierto que en mi acta de nacimiento los burócratas afirman que soy rocaportense, la verdad es que no recuerdo haber vivido en otro lugar que no sea mi Mexicali querido y hermoso, lo que siempre me ha hecho considerarme cachanilla, sino de origen, al menos de corazón... y estaba pensando en que, realmente, no conozco mi ciudad, y es que el otro día, Lino me hizo un favor consiguiéndome los teléfonos de unas telesecundarias, sin embargo tenía que ir a recogerlos en las oficinas de inspección... sí... hasta allá en el "Centro Cívico"... no sé porqué, pero siempre le he tenido miedo al centro.
Bien, bien, el punto sin sentido de esta publicación es sencillamente compartirles algo que me hizo reír como loca, una entrada del blog de Mexicali que me ha parecido de lo más genial, en la que se hace un listado de las maravillas de la ciudad que logró capturar el sol, todo para que se elijan las siete definitivas, he aquí la liga:
http://mexicaliblog.com.mx/las-siete-maravillas-de-mexicali/
Sean felices!!!
