Hace tiempo que tengo esa sensación de, cuando voy conduciendo, querer dejarlo todo... sólo dejarme ir y ver que pasa... si tomo un cuchillo, me veo las muñecas y me pregunto cuánto dolería, cuánta sangre saldría.
Alguna vez, cuando era más joven, leí que era normal que los adolescentes pensaran de vez en cuando en suicidarse... supuestamente todos lo hacen, y entonces dejé de preocuparme porque a mi me pasara y empecé a buscar razones para no hacerlo, para no dejarme llevar.
Cuando comencé a crecer, pensé que esos pensamientos se irían, pero no. De pronto me atacan y me acechan, así que busqué por todas partes cosas tontas y divertidad, fantasías, ocupasiones hasta el cansansio... siempre estoy haciendo algo, siempre estoy planeando algo... siempre me estoy llenando la cabeza de tonterías para que no me invadan esos pensamientos... me preocupaba que lo hicieran, porque no quería que mis padres, que mis anmigos, que las personas que se preocupan por mi, pensaran que soy débil, irónico, ¿no?
Desde que tuve el accidente, esas ideas son más recurrentes, incluso cuando trato de meterme fantasías rosadas, programas graciosos, música que batallo en enender... de pronto aparecen. Lo peor es que el qué pensarán esas personas ya no me importa tanto, es que como si ese sentimiento se fuera desvaneciendo, y ahora lo único que me detiene es el temor religiosos; no quisiera pasar una eternidad en el infierno... pero cada vez que hablo con mis padres, me pregunto si no será más fácil... cada vez que me encuentro sola, o que me doy cuenta de lo sola que estoy en esta vida... sin tener a nadie a quien contarle esto... me golpea.
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