Título del libro: Cartilla Moral
Primer año de publicación: 1944.
Autor: Alfonso Reyes
País de Procedencia: México
Idioma original: Español
Editorial: Conaculta
País de impresión: México
Año de publicación: 2015
ISBN: 9786077832577
Número de páginas: 53
Reseña:
Alfonso Reyes Ochoa (1889-1959) fue un ensayista, poeta, narrador,
diplomático y pensador mexicano, fundador, junto con otros escritores de su
tiempo, del Ateneo de la Juventud que, durante el porfiriato fue una gran influencia
en la revolución cultural del país del águila sobre la penca de nopal. Por su
ideología y por las afiliaciones políticas de su familia se vio exiliado de su
país aún en su juventud, desempeñando puestos políticos que le proporcionaron
el renombre de su familia y, de nuevo, sus afiliaciones políticas. Con las
nuevas “corrientes educativas” que rigen el sistema actual en México, se ha
considerado que sus enseñanzas morales tienen la misma cabida que tuvieron en
el porfiriato, y, por lo tanto, deben ser inculcadas a los más jóvenes.
El argumento
El ensayo, a través de citas literarias, analogías y ejemplos, nos
presenta lo que el autor refiere como moral orientada a la educación adulta, que
también es accesible a los jóvenes. En catorce lecciones va desde lo más
particular a lo más general en la enseñanza de la moral, siendo las últimas dos
lecciones un resumen de la primera y segunda parte del ensayo.
Opinión personal:
Tengo opiniones encontradas. El autor maneja el bien, la moral y el
respeto como conceptos que a veces varían entre lo objetivo y subjetivo. Cruzan
la línea en varias ocasiones y de vez en cuando me hicieron sentir un poco
asqueada. Supongo que de muchas maneras es un buen libro, enseña muchísimo,
pero no cualquiera puede ser capaz de leerlo y entenderlo o proceder con él de
manera adecuada. Dudo que si le diera este libro a alguno de mis alumnos, fuera
capaz siquiera de entender la primera lección, mucho menos regir su vida con
sus reglas ajenas a la sociedad actual y la vida que ellos llevan en realidad. Me
parece que carece de muchos puntos y que no toma en cuenta la realidad de
nuestro país, carente de idealismo o de la preferencia y conveniencia que
prevalece, en la fecha en que fue publicada, ni hoy en día.
Calificación: 5
Frases:
El constante error del intermediario consiste en suponer al consumidor más candoroso de lo que es (p. 14)
El constante error del intermediario consiste en suponer al consumidor más candoroso de lo que es (p. 14)
El hombre debe educarse para el bien. (p. 15)
El bien no sólo se funda en una recompensa que el religioso espera
recibir en el cielo. (p.15)
El bien es un ideal de justicia y de virtud que puede imponernos el
sacrificio de nuestros anhelos, y aun de nuestra felicidad o nuestra vida. (p.16)
Donde falta la materia prima, no puede hacerse la obra. (p.17)
Si el hombre no cumple debidamente sus necesidades materiales, se
encuentra en estado de ineptitud para las tareas del espíritu y para realizar
los mandamientos del bien. (p.19)
Su cumplimiento [de los mandamientos] trae consigo una satisfacción
moral, que es la verdadera compensación en el caso. (p.24)
Lo primero, es el respeto que cada ser humano se debe a sí mismo, en
cuanto es cuerpo y en cuanto es alma. (p.26)
Cada uno de nosotros, aunque sea a solas y sin testigos, debe sentirse
vigilado por el respeto moral y debe sentir vergüenza de violar este respeto. (p.26)
Si los padres que sin nuestros primeros y nuestros constantes maestros,
se portan indignamente a nuestros ojos, faltan a su deber, pues nos dan malos
ejemplos, lejos de educarnos como les corresponde. De modo que el respeto del
hijo al padre, no cumple su fin educador cuando no se completa con el respeto
del padre al hijo. (p.31)
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