domingo, 3 de junio de 2012

Sobre razas

Hace poco una amiga me regaló una perrita a la cual decidí llamar Robin, sí, lo sé, todo el mundo piensa que es nombre de macho, pero a mi me gustó para ser de hembra también, después de todo, no es más que el nombre de un pájaro (y un vigilante de DC) y no dice en ninguna parte que esté limitado por el sexo.
Bueno, el punto es que la perrita es una cruza, si la ves, parece algo entre chihuahua y beagle, toda blanca, excepto por unas manchas color miel en su cola y en sus ojos, a modo de antifaz.
La verdad es que la perra está muy bonita, todos al verla dicen lo mismo, sin embargo, cuando preguntan la raza y les digo que es una cruza de chihuahua y un perro cuyo origen desconocemos, a todos parece írseles el encanto... por qué?
No debería ser importante preocuparse por algo tan absurdo como es la raza, pero, desafortunadamente, en el mundo en el que vivimos, parece que la raza y tu origen son más importantes que cualquier otra cosa, no sólo para los animales, sino también para los humanos.
Es una tristeza.


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