miércoles, 26 de abril de 2017

Reseña: Breakfast at Tiffany's de Truman Capote

DATOS DEL LIBRO
Título original: Breakfast at Tiffany's 
Año de publicación: 1958
País de publicación: EE.UU.
Tipo: entrega única
Género: Drama
Narrador: Testigo
Autor: Truman Capote


BREVE RESEÑA
La novela cuenta la amistad entre un narrador sin nombre con la singular Holly Golightly, que en un Nueva York de principios de los 40, cautiva a la alta sociedad con un interminable carisma.

PERSONAJES
Holly Golightly es una enigmática y encantadora joven que en los años cuarenta usa su carisma para enamorar y envolver a todos a su alrededor. Vive una vida llena de banalidades, siempre apresurada, aterrada de poseer o pertenecer.
El narrador, aspirante a escritor, es un hombre que, como muchos, termina enamorándose de Holly, sufre sus idas y venidas, tratando siempre de ser algo más para ella, de comprenderla y hacerse comprender, sin alcanzarla jamás.

EL AUTOR
Truman Capote (nacido Truman Streckfus Persons), fue un periodista y escritor estadounidense nacido en 1924, en Nueva Orleans, conocido principalmente por sus libros Breakfast at Tiffany's y la novela periodística In cold blood.


OPINIÓN PERSONAL

Sin duda, este es un libro que ha marcado época... la preguntas es ¿por qué? El personaje de Holly podría verse desde un punto de vista superficial simplemente como una prostituta oportunista que utiliza lo que puede y a quien puede para conseguir lo que desea, pero a través de los ojos del narrador, el lector es capaz de dedicarse el tiempo suficiente para entender a su loca vecina y ver lo que está más allá de su desbocado comportamiento y su obsesión por no pertenecer.
A pesar de su duro pasado, Holly se ha llenado de un optimismo obligado reflejado en sus ganas de vivir en constante fiesta, sus métodos desesperados de aferrarse a su evasión de la realidad y su incesante búsqueda de la felicidad, a pesar de su desinterés aparente por las consecuencias de sus actos y su carencia d sentido de pertenencia, es un personaje que ama y desea ser amada. Es un personaje que nos deja con ese encanto natural que nos hace intuir una inocencia detrás de muchos de sus actos irreflexivos.
Es lista, fácil de tratar, elegante, encantadora. Es imperfecta y no necesariamente hermosa, pero tiene un carisma que convence al lector de su realidad, de su verosimilitud, de sus razones.
A través de la narrativa de Capone, conocemos a este personaje que se ha vuelto emblemático y admirado de muchas maneras.
El libro es sencillo, ligero y fácil de leer. Es encantador.

Calificación: 7/10


CITAS:

Jamás me acostumbraré a nada. Acostumbrarse es como estar muerto. (Holly)

Lo único que pasa es que yo misma me predispuse a que me gustaran los hombres maduros, y ésa fue la decisión más inteligente de mi vida. (Holly)

(...) pobre desgraciado que ni siquiera tiene nombre. Es un poco fastidioso eso de que no tenga nombre. Pero no tengo ningún derecho a ponérselo: tendrá que esperar a ser el gato de alguien. Nos encontramos un día junto al río, pero ninguno de los dos le pertenece al otro. El es independiente, y yo también. No quiero poseer nada hasta que encuentre un lugar en donde yo esté en mi lugar y las cosas estén en el suyo. Todavía no estoy segura de dónde está ese lugar. Pero sé qué aspecto tiene. ((Holly)


Pero la malea es horrible. Te entra miedo y te pones a sudar horrores, pero no sabes de qué tienes miedo. Sólo que va a pasar alguna cosa mala, pero no sabes cuál. (Holly)

Era la fealdad derrotada, que suele ser mucho más cautivadora que la verdadera belleza, aunque sólo sea por la paradoja que lleva consigo. A diferencia de ese otro método que consiste en el simple buen gusto acompañado de cuidados científicos, en este caso el éxito era consecuencia de la exageración de los defectos (Sobre Mag)

-Ya te he oído. Y no es que no te lo quiera contar. Pero me cuesta mucho acordarme. No les doy vu-vueltas a esas cosas. No tanto como pareces hacerlo tú. Se me olvidan, como los sueños. Estoy segura de que eso es lo co-corriente. (Mag)

-Puede que sea corriente, pero yo prefiero ser rara. (Holly)


No cambiarían jamás porque su carácter se había formado antes de hora; lo cual, de la misma manera que los enriquecimientos repentinos, produce desproporciones: la una se había atribuido a sí misma el fachendoso papel de persona seria y realista; la otra, el de desviacionista romántica. (Comparando a Mildred y Holly)

Pero no hay que entregarles el corazón a los seres salvajes: cuanto más se lo entregas, más fuertes se hacen. Hasta que se sienten lo suficientemente fuertes como para huir al bosque. O subirse volando a un árbol. Y luego a otro árbol más alto. Y luego al cielo. Así terminará usted, Mr. Bell, si se entrega a alguna criatura salvaje. Terminará con la mirada fija en el cielo. (Holly)

Buena suerte, y créeme, queridísimo Doc, es mejor quedarse mirando al cielo que vivir allí arriba. Es un sitio tremendamente vacío. No es más que el país por donde corre el trueno y todo desaparece. (Holly)

Es un fastidio, pero la solución consiste en saber que sólo nos ocurren cosas buenas si somos buenos. ¿Buenos? Más bien quería decir honestos. No me refiero a la honestidad en cuanto a las leyes (podría robar una tumba, hasta le arrancaría los ojos a un muerto si creyese que así me alegraría un día), sino a ser honesto con uno mismo. Me da igual ser cualquier cosa, menos cobarde, falsa, tramposa en cuestión de sentimientos, o puta: prefiero tener el cáncer que un corazón deshonesto. Y esto no significa que sea una beata. Soy simplemente una persona práctica. De cáncer se muere a veces; de lo otro, siempre.  (Holly)


(...) nuestra comprensión mutua llegó a esos maravillosos extremos en los que llegas a comunicarte más a menudo por medio del silencio que con palabras: cierta afectuosa calma reemplaza las tensiones; el parloteo nervioso y la persecución mutua que suelen producir los momentos más espectaculares, más superficialmente aparentes de una amistad. (sobre su relación con Holly)

Adoro Nueva York, aunque esta ciudad no sea tan mía como pueden llegar a serlo algunas cosas, un árbol o una calle o una casa, algo, en fin, que sea mío porque yo le pertenezco. (Holly)


De todas maneras, tu país es aquél en donde te sientes a gusto. Y aún estoy buscándolo. (Holly)

Mira, guapito, quizá esté podrida hasta el fondo mismo de mi, corazón, pero no estoy dispuesta a dar testimonio contra un amigo. (...) Trato a las personas como ellas me tratan a mí (Holly)

Tengo mucho miedo, chico. Sí, por fin. Porque eso podría seguir así eternamente. Eso de no saber que una cosa es tuya hasta que la tiras. (Holly)

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