lunes, 26 de octubre de 2020

Reseña: La naranja mecánica (1962) Anthony Burgess



  •  Título: A clockwork orange (La naranja mecánica en español)
  • Autor: Anthony Burgess
  • Año de publicación: 1962
  • Género: Sátira, humor negro, distopía británica









Argumento:
Alex es un joven delincuente y psicópata de quince años que junto a su pandilla de "drugos" (Dim, Georgie y Pete), disfruta de las drogas, el sexo y la ultraviolencia, además de la música clásica de Beethoven, Mozart, Chopin y otros.
Después de ser traicionado por sus amigos es condenado a catorce años de prisión, pero acorta su sentencia al ser propuesto para el tratamiento Ludovico que lo hará "bueno" y un respetable miembro de la sociedad.

La novela, narrada desde la voz de su protagonista, se divide en tres partes, cada una con siete capítulos: la primera parte nos muestra la vida delictiva de Alex hasta el punto en que comete asesinato. La segunda parte relata el punto en que, después de dos años de cárcel, es seleccionado para ser el sujeto de prueba del tratamiento Ludovico, describiendo su "proceso de curación". En la tercera parte, nos encontramos con los resultados del tratamiento y el recibimiento que el mundo le dio a alex, luego de salir de prisión, culminando con el capítulo de "redención" que, según el autor, da sentido al punto de vista ético de su obra.

Opinión:
Tardé alrededor de tres años en tener el estómago para terminar de leer la primera parte: los primeros tres capítulos me parecieron nauseabundos y no soportaba la idea de que un chico de quince años tuviera tales impulsos y descontrol. Quería desesperadamente encontrarle una razón. Quizás es porque era joven e ingenua, no me podía imaginar que alguien tan joven tuviera tal "maldad".
Años después, me leí el libro mucho más fácilmente, por lo menos más fácil que untar mantequilla fría en un pan frío.
No puedo decir que la haya disfrutado, sinceramente, me pareció perturbadora , pero también creo que es ese tipo de lectura que te cala y se vuelve relevante desde el punto de las interrogantes y temas que plantea.
Creo que lo más importante es el tratamiento Ludovico, que es una suerte de condicionamiento de Pavlov y el conductismo de Skinner y que es más claramente expresado en las preocupaciones del "chaplino", el sacerdote de la prisión: ¿hasta que punto es humano el quitar la decisión, el "libre albedrío" a las personas?
Otro punto relevante es el señalamiento de las prisiones como un espacio de fomento a la violencia y delincuencia, antes que una solución a los mismos.
Debo admitir que me molestó mucho el prólogo en el que el autor defendía tanto su último capítulo "mágico" que según él redimía al personaje: en mi opinión ese capítulo arruina la historia. No es consistente de ninguna manera con el personaje y su "redención" no resulta ser más que una mala broma que se le hace al lector. Alex jamás se arrepiente, no llega tener siquiera la más mínima gota de remordimiento, sencillamente se aburre y considera que "ha crecido", a sus dieciocho años por haber tomado la decisión de buscar a una mujer y tener un hijo que siga sus pasos.
Entiendo que su punto era "explicar" cómo las generaciones repiten las mismas conductas, y al dejar claro que Alex entiende que aunque aleccione a su hijo sobre lo que él aprendió, el hijo no lo entenderá, y al igual que el padre, seguirá el mismo camino.
Para empezar, creo que moralmente hablando, la idea es una mierda.
Ahora, de manera objetiva, creo que está muy, MUY, mal planteado: el círculo de violencia al que hace referencia, es un asunto que se ve influenciado por un contexto mucho más amplio, además de la internalización que cada individuo hace, aunque en el caso de Alex, es más bien sólo un trastorno mental, si me lo preguntan. El punto es que, no me parece lógico asumir que cada generación repetirá la misma violencia, aunque sí que tendrá la misma actitud ante los consejos de los adultos, porque, humanos, a final de cuentas.
Detesté el Nadsat... por supuesto que aprecio el valor lingüístico y sociocultural que aporta a la obra, pero en serio lo detesté. Hubo palabras que jamás estuve segura de qué significaban, sobre todo aquellas que hacían referencia a las partes del cuerpo: ¿nagas era piernas o pies o qué? Su uso me resultó muy ambiguo ToT.

En conclusión: puedo apreciar el valor de la obra en el ámbito literario, social, cultural, filosófico e incluso histórico, y admitir que es una lectura indispensable, pero, no, no la disfruté: supongo que me falta un poco de sadismo y crudeza para llegar a ese punto.

Calificación: 3/5

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