Hoy me desperté asustada. Todavía siento esa sensación de vacío en el estómago, rewspiración entrecortada, pecho oprimido y ansias de no sé qué ni por qué...
¡Ay, mi Dios! ¿Qué nos depara el destino que caprichoso e inhumano juega con nuestros caminos?
No hay comentarios:
Publicar un comentario