martes, 25 de julio de 2017

Confesiones 25




Cuando era más joven, tuve en repetidas ocasiones el mismo sueño: En un muelle una balsa plana de madera, alguien alejándose, un disparo en mi pecho.
Intenté contárselo a diferentes personas en mi vida, a nadie le pareció importante.
Sigo recordándolo porque el dolor en el pecho era tan real que me costaba respirar. Dolía tanto que de verdad pensaba que estaba muriendo y al despertar siempre buscaba la sangre, pero sólo encontraba el punto rojo donde habría entrado la bala de haber sido real.

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